Ogni anno qui in parrocchia si vive la novena in preparazione del Natale.
Ve la metto qui (rigorosamente in spagnolo!) sperando possa aiutare qualcuno a prepararsi a questa solennità in cui il Signore chiede di nascere e crescere in ciascuno di noi.
Per ogni giorno c'è un personaggio di riferimento che regala qualcosa, una lettura biblica, una riflessione e un impegno (compromiso).
Grazie al cognato Jacopo per i disegnini.
Buona Novena!
Introducciòn
Una vez más se acerca la solemnidad de Navidad. Jesús quiere seguir naciendo en cada uno de nosotros. Y nosotros queremos prepararnos bien a su Venida con nuestra oración más fuerte en Adviento y también con esta Novena.
En la parroquia escogimos como tema que nos ayuda a crecer para este año, el tema de la CARIDAD, es decir el tema del Amor. Queremos experimentar y entender qué es el amor de Dios: esto nos ayudará a vivir el amor hacia los hermanos.
En la vida de fe no es suficiente rezar: hay que actuar bien y dar frutos de buenas obras. Si nuestra fe no nos lleva a un cambio de vida, ¡es inútil y muere solita! Lo recuerda el apóstol Santiago (2, 14-18):
Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe? Si un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse ni qué comer, y ustedes les dicen: «Que les vaya bien, caliéntense y aliméntense», sin darles lo necesario para el cuerpo; ¿de qué les sirve eso? Lo mismo ocurre con la fe: si no produce obras, muere solita. Y sería fácil decirle a uno: «Tú tienes fe, pero yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, y yo te mostraré mi fe a través de las obras».
En esta novena de Navidad el Señor nos indicará la importancia de las obras de caridad.
Jesús que era Dios se hizo solidario con nosotros, compartiendo en todo (excepto el pecado) nuestra naturaleza humana y regalándonos la riqueza infinita de su divinidad: por este ejemplo nosotros también tenemos que ser solidarios con los que necesiten donando lo que esté a nuestro alcance. Jesús nos lo dijo clarito:
«Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te fuimos a ver? El Rey responderá: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.» (Mt 25, 38-40).
La solidaridad de los pastores calentó a la santa Familia: todos tenemos algo que podemos compartir con el Niño Jesús que nace en los pobres: hospedaje, ropa y abrigo, alimentos, servicio, escucha, una oración…
Nos acompañará cada día un personaje: pastores y Reyes Magos, que junto con Dios Padre, regalaron algo de lo que tenían. Y nosotros, ¿qué podemos llevarle en don a Jesús?
No siempre las lecturas bíblicas serán específicas de Navidad: son lecturas que subrayan las actitudes de caridad de acuerdo al personaje del día.
Tendremos dos días todos juntos en la Iglesia parroquial: el viernes 18 a las 19h30 para las confesiones y el domingo 20 en la misa de las 18h00 para celebrar con toda la comunidad (¡Recordamos que es más importante la Misa que la Novena!).
¡Buena Novena a todos!!
Padre Mauro, padre Nicola
y la comisión preparatoria
Una vez más se acerca la solemnidad de Navidad. Jesús quiere seguir naciendo en cada uno de nosotros. Y nosotros queremos prepararnos bien a su Venida con nuestra oración más fuerte en Adviento y también con esta Novena.
En la parroquia escogimos como tema que nos ayuda a crecer para este año, el tema de la CARIDAD, es decir el tema del Amor. Queremos experimentar y entender qué es el amor de Dios: esto nos ayudará a vivir el amor hacia los hermanos.
En la vida de fe no es suficiente rezar: hay que actuar bien y dar frutos de buenas obras. Si nuestra fe no nos lleva a un cambio de vida, ¡es inútil y muere solita! Lo recuerda el apóstol Santiago (2, 14-18):
Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe? Si un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse ni qué comer, y ustedes les dicen: «Que les vaya bien, caliéntense y aliméntense», sin darles lo necesario para el cuerpo; ¿de qué les sirve eso? Lo mismo ocurre con la fe: si no produce obras, muere solita. Y sería fácil decirle a uno: «Tú tienes fe, pero yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, y yo te mostraré mi fe a través de las obras».
En esta novena de Navidad el Señor nos indicará la importancia de las obras de caridad.
Jesús que era Dios se hizo solidario con nosotros, compartiendo en todo (excepto el pecado) nuestra naturaleza humana y regalándonos la riqueza infinita de su divinidad: por este ejemplo nosotros también tenemos que ser solidarios con los que necesiten donando lo que esté a nuestro alcance. Jesús nos lo dijo clarito:
«Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te fuimos a ver? El Rey responderá: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.» (Mt 25, 38-40).
La solidaridad de los pastores calentó a la santa Familia: todos tenemos algo que podemos compartir con el Niño Jesús que nace en los pobres: hospedaje, ropa y abrigo, alimentos, servicio, escucha, una oración…
Nos acompañará cada día un personaje: pastores y Reyes Magos, que junto con Dios Padre, regalaron algo de lo que tenían. Y nosotros, ¿qué podemos llevarle en don a Jesús?
No siempre las lecturas bíblicas serán específicas de Navidad: son lecturas que subrayan las actitudes de caridad de acuerdo al personaje del día.
Tendremos dos días todos juntos en la Iglesia parroquial: el viernes 18 a las 19h30 para las confesiones y el domingo 20 en la misa de las 18h00 para celebrar con toda la comunidad (¡Recordamos que es más importante la Misa que la Novena!).
¡Buena Novena a todos!!
Padre Mauro, padre Nicola
y la comisión preparatoria
1 dìa: la pastora que acogiò
Introducción:
Me llamo Miriam, vivo cerca de Belén. Con mi esposo cuidamos unas 20 ovejas y dos vaquitas: somos pastores. Nuestra casa es una media agüita en piedra. Pero afuera tenemos también una choza donde guardamos paja y heno para nuestros animalitos. Cuando llegaron para el censo estos dos galileos se me partía el corazón por la mala acogida que le dieron mis paisanos… Ninguno le acogió: ni don Benjamín, que tiene un albergue, ni don Levi, el más rico de Belén, que tiene 6 cuartos vacíos. Cuando se enteraron que la señora estaba embarazada, no quisieron acogerla. José, así se llamaba el esposo, nos preguntó casi desesperado, si conocíamos alguna posada… Yo le dije que, si les parecía, podían acomodarse en nuestra choza. Sabía que mi esposo estaba de acuerdo: siempre dice que hay que acoger a los peregrinos y extranjeros. Muchos no confían, porque dicen que los extranjeros son todos malhechores que te roban… pero nosotros nos recordamos que nuestros padres fueron extranjeros en Egipto, y que allá les acogieron.
Esta pequeña acogida fue un regalo inmenso para nosotros. El Niño nació en la choza… yo fui madrina del pequeño Jesús y buena amiga de María su mamá.
Lectura bíblica:
Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa. (Lucas 2, 1-7)
Reflexionemos:
Siempre nos asombra y hasta indigna la actitud de rechazo de los de Belén. ¿Por qué no le acogieron a José, con María y Jesús que venía en el mundo?
¿Nosotros que habríamos hecho en su lugar?
Tal vez lo mismo! O le habríamos dado a san José la dirección del Albergue “San Juan de Dios” donde acogen a los que no tienen casa…
¿Quién acogería en su casa a un extranjero desconocido, por ejemplo colombiano, peruano, cubano?
Muchas veces tenemos prejuicios que nos impiden vivir la caridad y acogida.
¿Cuántos de nosotros tienen un familiar emigrado en Estados Unidos o España?
Imaginémonos cómo se sintieron en los primeros días: solos, sin saber dónde ir, sin conocer a nadie, sin miradas simpáticas… ¡Qué bueno encontrar a personas buenas que le ayudan!
Es importante aprender de los pastores, personas pobres, la actitud de la acogida. Dar nosotros el primer paso cuando llega alguien nuevo y salir al encuentro para presentarnos, saludar, ayudar.
Es importante dar buena acogida a la gente que no es de Quito y viene a vivir en los barrios de nuestra parroquia. Los cristianos tenemos que ser acogedores, porque cada vez que acogemos al hermano, le acogemos al mismo Jesús.
Compromiso
Recordamos a nuestros familiares y amigos migrantes.
Rezamos al Señor que nos haga acogedores sin prejuicios, ni chismes, considerando a los demás como hermanos.
2 Dìa: los pastores que regalaron cobijas
Introducción
Soy Judá, mis ovejas me dan una lana muy suave y cálida. Con mi familia nos especializamos en hilar y tejer esta lana. Lo que más me gusta son las túnicas, los ponchos y las cobijas que confecciona la abuelita Sarai.
El otro día estaba entregando con mi esposa Rut una cobija y una túnica que quería comprarme la vecina Miriam y ella antes que todo me presentó a estos dos huéspedes que llegaron de lejos, de Nazaret. Mejor dicho... eran tres. Un chiquito recién nacido: pequeño y… como puedo explicar? Cuando lo vi, no lograba soltar la mirada de él… Parecía casi que mientras lo miraba y jugaba con él en mí aumentara la paz y la tranquilidad. Me encariñé del pequeñito Jesús.
Me daba pena verlos en esta situación… con frío y falta de medios… En esta temporada en Israel es invierno y hace frío, a menudo nieva… Sin pensar mucho en la economía de la familia mi esposa regaló la cobija para el niño y la túnica para la mamá.
José, el papá, casi no quería aceptar pero, para no ofender su amor propio le dije, considerando que era carpintero, si podía ayudarme con una puerta que chillaba: fue feliz de poder ser útil… y María fue tan contenta de la túnica y de la cobija… con mi esposa nos sentimos tan bien que casi nos parecía de haberle regalado algo al mismo Dios… Ahora tendremos que decírselo a la abuela..
Lectura bíblica
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria rodeado de todos sus ángeles, se sentará en el trono de Gloria, que es suyo. Todas las naciones serán llevadas a su presencia, y separará a unos de otros, al igual que el pastor separa las ovejas de los chivos. Colocará a las ovejas a su derecha y a los chivos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver.» Entonces los justos dirán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te fuimos a ver? El Rey responderá: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.» (Mateo 25, 31-40)
Reflexión
Hoy como ayer hay situaciones de pobreza. Son muchas las personas que no tienen para vestirse, comer, que no viven bien.
Contemplando el nacimiento, todos somos más buenos y solidarios. Mirando a Jesús necesitado, todos querríamos regalarle algo para que no sufra, exactamente como lo hacen los pastores.
La parábola del juicio final, que hemos escuchado, nos indica muchas situaciones de necesidad: hambre y sed, ser extranjeros sin casa, falta de ropa, enfermedad, ser solos en la cárcel.
Jesús nos dice que lo que hacemos para aliviar el sufrimiento de alguien en esta tierra se lo hacemos a Él mismo. Los pobres son sacramento de la presencia de Dios.
En muchas situaciones hay "frío": no sólo el frío del invierno, sino también la falta de calor humano, de relaciones buenas, de motivaciones que alimentan el deseo de vivir. Mucha gente necesitaría en regalo la cobija de la amistad y la túnica de nuestra comprensión.
Compromiso
En nuestra parroquia hay el grupo “Cáritas”: un grupo de personas que, en nombre de toda la comunidad, recoge ropa, alimentos, plata, para ayudar en esta forma, con la contribución de todos, a los pobres de nuestro sector. Más abajo de la Iglesia funciona en los días martes (de 15h00 a 17h00) el “Ropero”. Se venden a precios muy bajos (15 cv, 25 cv, …) prendas de ropa de segunda mano para ayudar a familias numerosas y financiar, por lo menos un poco, las ayudas (becas escolares, medicamentos, …). Proponemos recoger ropa que no utilizamos para el ropero de Cáritas (se puede ponerla el día domingo en los tachos amarillos que están en la Iglesia Parroquial o en la capilla de Morán).
3 Dìa: el pastor que regalò alimentos
Introducción
Yo soy Manasés. Soy pastor, pero también tengo con mi hijo una tienda de alimentos… mi esposa se murió hace dos años…
Todos los vecinos de Belén vienen a hacer compras en mi tiendita. Mi hermano está en Jaffa, en la costa, y tiene una finca: siempre nos envía acá en la sierra de Palestina vegetales, frutas, productos que llegan con las naves de los fenicios y romanos.
El vecino Judá, que vino para comprar unas cebollas, me comentó que en la choza de la vecina Miriam está una familia de Nazaret, de la familia de David, con un chiquillo recién nacido.
Después de un viaje tan largo y con un niño pequeño sin duda le hará falta algo de comida…
Mi esposa habría ido enseguida llevando algunas cosas buenas… bueno, hay que ser solidarios.. ahora preparo un canasto con algunas cositas para estos hermanos y me voy a visitarlos.
Lectura bíblica
En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: «El que los recibe a ustedes, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. El que recibe a un profeta porque es profeta, recibirá recompensa digna de un profeta. El que recibe a un hombre justo por ser justo, recibirá la recompensa que corresponde a un justo. Asimismo, el que dé un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, porque es discípulo, no quedará sin recompensa: soy yo quien se lo digo.» (Mateo 10, 40-42)
Reflexión
El problema del hambre no es un problema antiguo o sólo de países lejanos. Lastimosamente le afecta a mucha gente también en nuestra parroquia. Muchas personas timbran en la parroquia para pedir ayuda: muchas veces es para pedir un poco de arroz o fideo.. porque el sueldo no alcanza. En el mundo la situación es dramática: el 80 por ciento de la población (alrededor de 4.000 millones de personas) puede contar con el 20 por ciento de los recursos… sería como si un padre tuviera 10 hijos, llevara a la casa 10 panes y dos de sus hijos se comieran 8 panes dejando a todos los otros hermanos sólo 2 panes…este padre estaría muy sufrido por el egoísmo de los dos hijos. En el mundo hay recursos para que todos los hombres y mujeres tengan para vivir, y muchas personas mueren de hambre cada año… es una grandísima injusticia que le hace sufrir a Dios.
¿Qué hacer?
En primer lugar asumir un estilo de vida sobrio sin consumir más de lo que necesitamos (¡demasiadas golosinas o comida chatarra no es saludable!) y en segundo lugar ser solidarios con los que más necesitan.
Sería una propuesta buenísima no tomar alcohol y con la plata que se habría gastado y desperdiciado emborrachándose, comprar alimentos para los necesitados…
Jesús nos recuerda una vez más que cuando regalamos algo de corazón a los pobres Él mismo está muy contento y orgulloso de nosotros.
Compromiso
El grupo “Cáritas” de nuestra parroquia prepara y vende la funda solidaria: una funda con alimentos (arroz, atún, lentejas, azúcar, aceite,…). Proponemos a cada familia comprarla para sostener el fondo de Cáritas y a cada novena comprar una o más fundas solidarias para entregarlas a alguna familia o ancianos vecinos necesitados.
También se puede hacer entre los participantes a la novena una recolección de alimentos para entregarlos a quiénes los necesiten.
4 Dìa: la pastora que visitò y escuchò a la Virgen Marìa
Introducción
Yo soy Esther, estuve afuera del pueblo con mi rebaño y otros compañeros para buscar un poco más de pasto.
Anoche en el campo algo nos espantó: nada menos que una aparición de ángeles. Yo había pensado que algo extraordinario estaba pasando: se vio una estrella rara. Era más luminosa y se dirigía hacia el campo de los pastores de Belén. El lugar donde Dios le hizo una promesa importante al Rey David.
Yo pensé que estaba soñando, pero me pellizqué y me dolió… pues ¡estaba despierta! Los ángeles nos anunciaron cantando y bailando una gran alegría: el nacimiento del Salvador.
Todos buscaron algo para regalárselo, puesto que el niño tenía que ser un Rey…
En mi pobreza, yo no tenía nada para regalarle… pero siempre los varones se olvidan de lo más importante: había que estar a lado de su madre para escuchar todo lo que estaba viviendo… le hacía falta alguien para desahogarse, para compartir estas obras grandes que Dios está realizando y que le hiciera compañía.
Fue una mañana inolvidable: el niñito es una maravilla y la mamá, María, es de veras bendita entre todas las mujeres. Como me había imaginado, tenía gana de conversar y hasta me pidió por favor tener en brazo al Chuchito para poder ponerse la túnica que le regaló Judá y recibir los alimentos de Manasés.
Ahora voy a descansar un rato porque en la tarde quiero regresar para hacer compañía a esta nueva amiga.
Lectura bíblica
En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados. Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras:
«Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia.»
Después de que los ángeles se volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha dado a conocer.» Fueron apresuradamente y hallaron a María y a José con el recién nacido acostado en el pesebre. Entonces contaron lo que los ángeles les habían dicho del niño. Todos los que escucharon a los pastores quedaron maravillados de lo que decían. María, por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar en su interior. Después los pastores regresaron alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, tal como los ángeles se lo habían anunciado. (Lucas 2, 8-20)
Reflexión
Un servicio muy importante es lo de escuchar. Son nuestros maestros los pastores que escuchan atentos el anuncio de los ángeles, y sobre todo María que escucha todos los acontecimientos que le pasan meditándolos y guardándolos en su corazón.
¡Cuántas veces María escuchó las preocupaciones, las quejas de san José y también los cuentos de Jesús niño, o sus descubrimientos sobre Dios en las largas horas de oración a solas!…
La Iglesia en su larga tradición nos indica la necesidad de vivir las obras de caridad: no sólo las “corporales”, también las obras de misericordia “espiritual”: enseñar al que no sabe, dar buenos consejos al que los necesite, corregir al que yerra, perdonar las injurias (¡qué difícil resulta!), consolar a las personas tristes, sufrir con paciencia los defectos de los demás, rogar a Dios por vivos y difuntos. No son servicios materiales, pero si ayudan mucho.
Si lo pensamos: ¡cuántas personas solas! ¡Cuántas con baja autoestima! Sería importante dedicar más tiempo a estas personas… tal vez es propio nuestra esposa, nuestro esposo, o nuestros/as hijos/as, o los abuelitos, o los vecinos… que necesitan un poco de tiempo para contar su vida y así sentirse valorados/as.
Compromiso
Dedicar un poco de tiempo para escuchar a una persona.
5 Dìa: el pastor que se puso a servicio
Introducción
Yo soy Juan, anteayer, como siempre, me fui en la tienda de Manasés para comprar algo de comida… a parte un poco de queso de mis ovejas, se me terminó todo.
En la tienda de Manasés toda Belén se entera de las novedades… este censo que ordenó el emperador romano lleva consigo muchos viajes y familiares que viven lejos desde años regresan a Belén. Así que me enteré que José el carpintero, el primo de mi cuñado, está en la choza de Miriam. Los otros pastores me contaron de los prodigios de las apariciones de ángeles, de la paz que este niño suscita en los que le dejan un poco de espacio en su corazón. Claro que ya me fui ayer para visitarle a José, y también para conocer a su esposa María. Es verdad que este niño tiene algo especial. Y hay mucha gente que se da una vuelta para estar un poco con ellos. Casi no tienen el tiempo para cambiarle los pañales al niño.. por suerte que Esther le ayuda a María. Pero, ¿quién le ayuda a José? Ahora voy a mi casa para coger escoba, pala, balde para el agua, y después iré a limpiar un poco la choza de Miriam… todos se distraen contemplando al niño Jesús, pero hace falta alguien con sentido práctico… Siempre me gustó el servicio sencillo, concreto y humilde… sí, creo que en esta forma yo también podré ayudar…
Lectura bíblica
Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: «Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.» El les dijo: «¿Qué quieren de mí?» Respondieron: «Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria.» Jesús les dijo: «Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado?» Ellos contestaron: «Sí, podemos.» Jesús les dijo: «Pues bien, la copa que yo bebo, la beberán también ustedes, y serán bautizados con el mismo bautismo que yo estoy recibiendo; pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí el concederlo; eso ha sido preparado para otros.» Cuando los otros diez oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan. Jesús los llamó y les dijo: «Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. Pero no será así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos, y el que quiera ser el primero, se hará esclavo de todos. Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre.» (Marcos 10, 35-45)
Reflexión
Jesús nació en Belén y, después de aproximadamente 3 años de exilio en Egipto (san José advertido en sueño, huyó allá con la santa familia porque Herodes quería matarle al Niño), vivió unos 30 años en Nazaret ganándose la vida como carpintero. Estudió y trabajó como todos nosotros: ¡Dios quiso vivir como nosotros! Esta actitud de Jesús da gran dignidad a todos los quehaceres cotidianos de cada uno de nosotros. No quiso nacer en el palacio de un rey como príncipe, sino en una condición sencilla y pobre. El se hizo servidor de todos los hombres y mujeres de todos los tiempos: Dios se puso a servicio de la vida de cada uno de nosotros por el gran amor que nos tenía desde antes de la creación del mundo.
Esta es la actitud que queremos aprender hoy: la misma del pastor Juan que de buena gana se puso a barrer la choza.
No siempre valoramos el servicio de los demás agradeciéndole a las mamás por la comida, la ropa limpia, agradeciéndole a los padres por su trabajo,…
Cuando empezó a enseñar, Jesús dijo algo muy bonito e importante: si uno quiere ser grande, no hace falta buscar honor en este mundo, ni ser famosos personajes de la televisión… mejor vivir todo lo que hacemos con espíritu de Amor. Las personas grandes e importantes a los ojos de Dios son los que se ponen a servicio con amor. Es grande la mamá que prepara la comida, lava la ropa, trabaja no murmurando o quejándose, sino por amor. Es grande el papá que se va al trabajo no sin ganas, soportando el día pesado, sino ofreciéndolo por amor a su familia y como servicio profesional para transformar y mejorar, por lo menos un poco, el mundo.
Es grande quien trata de gustarle ante que todo a Dios y no a los criterios del mundo. Es grande quien, siempre por amor, deja descansar un rato a la esposa o a la mamá y, por ejemplo, se pone a lavar los platos.
Creo que Jesús le ayudó muchas veces a su mamá: ¡y no era, como se dice equivocándose, “mandarina”, sino un grande! ¡El más grande!
El servicio concreto hecho por amor (en la casa, o también las mingas) es fundamental en nuestra fe. Es fundamental hacer las pequeñas cosas con mucho amor. Parece sencillo, pero no resulta fácil
Compromiso
Hoy proponemos escoger un gesto de servicio en la familia (poner la mesa, lavar los platos, limpiar el cuarto,…) y agradecerle a alguien que hace algo por nosotros.
6 Dìa: Melchor regala oro.
Introducción
Soy Melchor, un Rey de Oriente. Me consideran un sabio, y es verdad que me gusta investigar todo lo que acontece en el mundo, sobre todo en el cielo. No creo en el horóscopo que muchos leen en el periódico para saber cómo será el día… pero sí me gustan las estrellas. Siempre miro hacia arriba en las noches despejadas de la torre de mi palacio. Una de estas observaciones me llevó a un largo viaje. Compareció una estrella nueva y medio rara… andaba por el cielo y parecía indicar un camino, así que decidí seguirla. Según mis estudios cuando se mueve una estrella en el cielo es porque está por nacer una persona importante, normalmente un gran Rey. Por esto, me dije, hay que llevarle un regalo digno de un rey, y preparé un cofre con oro.
Después de meses de viaje con mi camello encontré a otros Magos, así nos llaman a los hombres de ciencia de la antigüedad: ¡nada de brujerías! Y por fin llegamos en Belén.
Lectura bíblica
Jesús había nacido en Belén de Judá durante el reinado de Herodes. Unos Magos que venían de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo.»
Los Magos se pusieron en camino; y fíjense: la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. ¡Qué alegría más grande: habían visto otra vez a la estrella!. Al entrar a la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. Luego se les avisó en sueños que no volvieran donde Herodes, así que regresaron a su país por otro camino. (Mateo 2, 1-2 . 9-12)
Reflexión
El regalo de Melchor es el Oro: indica la dignidad de Rey.
Jesús es Rey del universo. Pero hace falta mucha fe para reconocer en un Niño, pobre, débil, acostado en un pesebre, al Rey del mundo…
La dignidad de Jesús no se puede reconocer de las apariencias. La dignidad de las personas a menudo no se puede deducir de las apariencias. Jesús prefería y buscaba a las personas más marginadas de su tiempo: enfermos, pecadores, endemoniados.
Jesús trataba a los pobres como si fueran reyes y reinas. Y muchos, experimentando este amor tan grande que valoraba a la persona, se convertían.
La dignidad de la persona, ¡de cada persona!, es fundamental. Jesús nos enseña a mirar más allá de las apariencias: todos en el mundo son hijos/as de Dios. Esta verdad, si la consideramos bien y la interiorizamos, cambia muchas actitudes y juicios en nuestra vida: si considero a los demás como hermanos desaparecería pronto cada forma de racismo y machismo (no existiría ni esclavo ni libre, ni hombre, ni mujer, ni blanco, ni negro, ni indígenas, ni mestizo, ni rico, ni pobre, ni discapacitado, ni…., ¡sólo hermanos!); si de veras consideráramos a los demás como hijos amados de Dios, no insultaríamos a nadie, le tendríamos más paciencia hasta a los malos y ayudaríamos con amabilidad a todos para que corrijan las malas actitudes y por fin resplandezca la imagen de nobleza y de hijos de Rey que Dios da a cada uno.
Compromiso
Ofrecemos al Señor el compromiso de crecer en la autoestima y de ayudar a todos a vivir con dignidad, considerando de veras a todas las personas como si fueran reyes.
7 Dìa: Gaspar regala incienso
Yo soy el rey Gaspar. En mi reino al Oriente de Israel se producen muchos perfumes naturales muy ricos y preciosos: bálsamo, nardo, mirra, incienso…
En mis investigaciones vi una estrella más luminosa que las demás, signo claro de un acontecimiento extraordinario, y mientras yo reflexionaba sobre el significado de todo esto, llegó el rey Baltasar para pedirme que le vendiera unas cuantas libras de mirra para llevarla en regalo al Rey de los Reyes que, según él, la estrella anunciaba. Le vendí la mirra, pero también le pedí que me explicara lo que había adivinado leyendo los signos del cielo.
Su explicación fue tan convincente que yo mismo decidí viajar con él para honrarle a este hombre tan importante para la historia del mundo.
Sin duda, además de ser rey, será un hombre de Dios, un gran profeta. Por esto decidí llevarle en regalo incienso: es el aroma que muchos pueblos utilizan para honrarle a su Dios. Se queman algunos granos de incienso y el humo perfumado sube hacia el cielo come ofrenda y símbolo de la oración.
Lectura bíblica
Entonces se adelantó un maestro de la Ley. Había escuchado la discusión, y se quedaba admirado de cómo Jesús les había contestado. Entonces le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» Jesús le contestó: «El primer mandamiento es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es un único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. Y después viene este otro: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento más importante que éstos.» El maestro de la Ley le contestó: «Has hablado muy bien, Maestro; tienes razón cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todas las víctimas y sacrificios.» Jesús vio que ésta era respuesta sabia y le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» (Marcos 12, 28-34)
Reflexión
El regalo de Gaspar es el incienso: es símbolo de la oración (se encendía para ofrecer el humo perfumado a Dios en el cielo). Gaspar entendió muy bien que Jesús no sólo era rey, sino también hombre de Dios. El incienso recuerda la vida de oración.
En la lectura que hemos escuchado Jesús nos recuerda el mandamiento más importante: amar a Dios con todo nuestro ser y al prójimo como a nosotros mismos. Jesús parece casi sugerirnos que si no le amamos a Dios, no lograremos amarles auténticamente a los hermanos. La oración hace crecer la capacidad de amar: los grandes santos de la caridad tenían una vida espiritual muy intensa. La santa madre Teresa de Calcuta dedicaba mucho tiempo a la adoración eucarística y sostenía que la compasión es el vuelo del alma hacia el prójimo y es el fruto de la oración.. a propósito insistía en que no había que olvidar las palabras de Jesús: “Lo que haces por los otros lo estás haciendo por mí”. Si nuestra relación con Dios es fuerte, nuestra caridad hacia los demás será auténtica. Amar a Dios y dedicarle tiempo en la oración nos transformará en fuegos de amor para calentar al mundo.
Compromiso
Ofrecemos al Señor el compromiso de fortalecer por medio de la oración nuestra relación de amor con él. Podemos repetir la antigua oración del incienso que sigue.
8 Dìa: Baltasar regala mirra
Introducción
Soy el rey Baltasar, pero les confieso que después del encuentro con el Rey de Reyes, ya no me siento tan noble… yo tengo riquezas, poder, ciencia, pero contemplando en Belén a Jesús entendí mejor lo que significa la realeza. ¡Un niño se nos nació para salvar al mundo! El rey no es el tirano que hace lo que le da la gana, que vive en el lujo con todo el tiempo para seguir sus intereses.
Dios quiso ser rey naciendo pobre. Su nobleza es el amor. Es rey porque nos ama y todos los que tengan un poco de corazón lo quieren como Señor de su vida. El poder de Dios es el Amor, no la fuerza o la violencia o los ejércitos…
Por esto mirando al Niño se me estremeció el corazón: me imaginé todo lo que Jesús sufrirá pagando en carne propia por el egoísmo de la humanidad.
Nació no para morir, sino para dar la vida y ayudarnos a dar nuestra vida. Por esto le regalé la mirra… no sé qué pensaron su papá y su mamá con estos regalos.. tal vez habrían preferido pañales, queso, cobijas… pero me parecía importante dejar algo para honrar el cuerpo y la vida de este gran Rey.
Lectura bíblica
Después de esto, José de Arimatea se presentó a Pilato. Era discípulo de Jesús, pero no lo decía por miedo a los judíos. Pidió a Pilato la autorización para retirar el cuerpo de Jesús y Pilato se la concedió. Fue y retiró el cuerpo. También fue Nicodemo, el que había ido de noche a ver a Jesús, llevando unas cien libras de mirra perfumada y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los aromas, según la costumbre de enterrar de los judíos. En el lugar donde había sido crucificado Jesús había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie todavía había sido enterrado. Como el sepulcro estaba muy cerca y debían respetar el Día de la Preparación de los judíos, enterraron allí a Jesús. (Juan 19, 38-42)
Reflexión
Se estarán preguntando: ¿Por qué, para prepararnos a la Navidad, escogieron una lectura bíblica que nos lleva a la pascua de Jesús?
Jesús nace y ya leemos de su muerte.. parece contradictorio…
En verdad el regalo de Baltasar, la mirra, es un regalo que habla de muerte. Se utilizaba para ungir y embalsamar los cuerpos de de los muertos (sobre todo de las personas importantes).
Baltasar quiere subrayar con este regalo que Jesús nace para que la muerte no tenga poder.
Jesús nació para salvarnos, y nos salva dando su vida.
Entonces, más que de muerte, la mirra nos habla de vida: la vida que Jesús nos regala en la cruz para salvarnos.
Celebrar Navidad sin fe en la Pascua de resurrección no tiene sentido. El final de la historia que empieza en Belén será un final de gloria en la Resurrección el Domingo de Pascua.
Jesús nos da el ejemplo para que todos aprendamos a dar la vida, a dar un poco de nuestro tiempo y recursos a los pobres.
Compromiso
Ofrecemos al Señor nuestro compromiso de utilizar bien el tiempo que se nos da, para hacer el bien y para que todos tengan la posibilidad de una vida digna.
9 Dìa: el Padre nos regala al Hijo Jesùs
Introducción
Yo soy el Padre de Jesús. Siempre me nombran primero cuando se persignan “En el nombre del Padre…”.
Los padres de la parroquia quisieron que dijera algunas palabras en esta novena. Me da gusto que se estén preparando para el Nacimiento de Jesús, mi Hijo amado.
Desde hace miles de siglos estamos pensando, con Jesús y el Espíritu Santo (¡bien se entiende!), cómo decirle a la humanidad y a cada uno de ustedes, que le queremos.
Nos preocupaba la actitud de egoísmo de muchos.. y no sabíamos bien como ayudarles para ser buenos y así vivir en paz y felicidad.
Se me vino una idea de veras divina: regalar la presencia de Jesús al mundo…
No sólo desde el cielo, sino en la historia, en la tierra.
Fue el regalo que más me costó… desprenderme de Él por más de treinta años… para Mí fue un tiempo más largo que una eternidad… pero mi Amor para ustedes es tan grande que lo hicimos de buena gana.
Mi regalo para ti es la presencia de Jesús: escúchalo siempre, experimenta en su vida nuestro Amor. Deja que crezca en ti, dedícale un poco de tiempo cada día. Confiamos en ti.
Lectura bíblica
Queridos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor. Miren cómo se manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su Hijo único a este mundo para que tengamos vida por medio de él. En esto está el amor; no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos mutuamente. A Dios no lo ha visto nadie jamás, pero si nos amamos unos a otros, Dios está entre nosotros y su amor da todos sus frutos entre nosotros. Y ¿cómo sabemos que permanecemos en Dios y él en nosotros? Porque nos ha comunicado su Espíritu.
Pero también hemos visto nosotros, y declaramos, que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo. Quien reconozca que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Por nuestra parte, hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es amor: el que permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él.
Cuando el amor alcanza en nosotros su perfección, miramos con confianza al día del juicio, porque ya somos en este mundo como es El. En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor, pues hay temor donde hay castigo. Quien teme, no conoce el amor perfecto. Amemos, pues, ya que él nos amó primero. Si uno dice «Yo amo a Dios» y odia a su hermano, es un mentiroso. Si no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Pues este es el mandamiento que recibimos de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano. (1 Juan 4, 7-21)
Reflexión
A lo largo de esta novena todos le regalaron a Jesús algo: Miriam la posada, Judá y Rut la cobija y la túnica, Manasés y su hijo los alimentos, Esther el tiempo para escuchar, Juan el servicio sencillo y humilde de limpiar, Melchor el oro, Gaspar el incienso, Baltasar la mirra… todos regalan algo…
En realidad el Padre es el primero que dona. El nos dio al Hijo Jesús como regalo para nuestra vida. Celebrar la Navidad es recordar la disponibilidad de Jesús a ser el regalo del Padre en el Espíritu Santo para la salvación de toda la humanidad.
Dios es Amor. Este es el tema de nuestro año pastoral: la caridad. Aprender a vivir amando: ¡no sólo en Navidad, sino siempre!
San Juan en su primera carta nos recuerda: “El que no ama no ha conocido a Dios” y nos revela la verdad más alta nunca alcanzada por la mente humana: Dios es Amor, o sea regalo gratuito de uno mismo.
Dios estará contentísimo en esta Navidad si lograremos ser más caritativos, o sea más solidarios, gentiles, acogedores, disponibles, misericordiosos… porque Él es así con nosotros.
El secreto de la felicidad es hacer felices a los demás.
La novena lleva como título: “Navidad, fiesta de solidaridad”.
En efecto la Navidad es la fiesta de un Dios solidario con su familia en la tierra y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad que quieren vivir el mismo estilo indicado por Jesús a lo largo de toda su vida: el amor sin límites.
¡Feliz Navidad, fiesta de la solidaridad de Dios y de todos nosotros!
Compromiso
Participaremos en la Misa del gallo (di mezzanotte) o de Navidad con atención, agradeciéndole a Dios por su gran Amor.
2 commenti:
Evviva! Grazie mille Mauro... un abbraccio e buona novena!
Ops, mi sono dimenticata di firmarmi... porta pazienza!
Lara
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